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20.Jul.2015 / 10:26 am / Haga un comentario

El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela reclama a la República Cooperativa de Guyana detener la exploración o extracción petrolera en el territorio Esequibo, debido a que es un espacio marítimo en disputa, tal como quedó establecido en el Acuerdo de Ginebra suscrito el 17 de febrero de 1966 y, posteriormente, publicado en la Gaceta Oficial, el 15 de abril de ese mismo año.

Este acuerdo ha sido irrespetado por el gobierno guyanés al explorar en aguas prohibidas; sin embargo, el presidente David Granger afirma que Guyana es «víctima de una agresión» y busca respaldo en la Comunidad del Caribe (Caricom).

El Esequibo posee grandes riquezas naturales que le confieren un alto potencial, desde el punto de vista de los recursos: forestales, mineros, energéticos, hidráulicos y turísticos. Entre los recursos naturales y potenciales en el orden minero, este territorio tiene bauxita, manganeso, oro y diamantes, caolín, arenas, arcilla, sílice, mica, cobre, uranio, hierro, manganeso, hematita, cinita, entre otros.

La Guayana Esequiba (zona en reclamación), que tiene una extensión de 159.542 kilómetros, pertenece a la República de Venezuela desde 1811 al momento en que es incluida en su primera Constitución.

Pero a partir de 1814 Gran Bretaña inicia su agresiva y hostil política de expansión hacia el oeste desde las regiones bajo su soberanía en la entonces «Guayana Británica». Así, las 20 mil millas originales de su posesión, se fueron ampliando a 60 mil a mediados del siglo XIX, a 76 mil en 1855 hasta llegar a las 109 mil millas.

Ante estos hechos, Venezuela protestó en reiteradas oportunidades la actitud prepotente y expansionista de Gran Bretaña, pero fue hasta 1897, tras el gobierno venezolano solicitar a Estados Unidos (EEUU) interceder en el conflicto, que se iniciaron conversaciones sobre la situación limítrofe entre Gran Bretaña y Venezuela.

La posición de EEUU en esta discusión, donde no hubo representación venezolana, estuvo totalmente viciada e impuso condiciones de arbitraje absolutamente lesivas para Venezuela y favorables para Gran Bretaña a través del Laudo Arbitral de París del 3 de octubre de 1899, que concedió la cesión del territorio al oeste del río Esequibo a Gran Bretaña.

Pero fue en 1949 cuando a través de un memorándum escrito por el abogado estadounidense Severo Mallet-Prevost, quien había actuado como consejero de Venezuela en la negociación, que se conoció que el Laudo fue producto de un arreglo político entre Estados Unidos y Gran Bretaña. Por esta razón ningún gobierno venezolano reconoce ni acepta este Laudo Arbitral.

Acuerdo de Ginebra

En 1962 Venezuela hace una exposición en la Comisión de Política Especial de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para denunciar este acuerdo alegando componenda y vicios de nulidad justificativos de un despojo.

Finalmente, en 1966 Gran Bretaña aceptó iniciar conversaciones con Venezuela sobre este tema, alcanzando el 17 de febrero el Acuerdo de Ginebra, firmado en Suiza. Este acuerdo fue reconocido por Guyana al acceder a su independencia el 26 de mayo de ese año.

Venezuela reconoció la independencia de ese país, reservándose el mantenimiento de su demanda histórica y por tanto reconociendo la soberanía del nuevo Estado, a partir del territorio al este de la línea media del Río Esequibo desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico.

El Acuerdo de Ginebra estableció la constitución de una comisión mixta paritaria, con representantes de Venezuela y Guyana, que debía explorar alternativas de negociación y acuerdos. Ante el fracaso de este equipo, el 18 de junio de 1970 se firmó un protocolo entre representantes de Venezuela, Guyana e Inglaterra. Mediante este instrumento, el Gobierno venezolano propuso la suspensión por 12 años de las conversaciones en una especie de plazo de espera que propiciara nuevas y mejores condiciones para las negociaciones. Esto implicaba la suspensión, por ese tiempo, de la aplicación de los artículos 1 y 4 del Acuerdo de Ginebra y del artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas, que exhorta a las partes en conflicto a buscar una solución por vía de negociaciones.

Este plazo de 12 años venció en junio de 1982 y Luis Herrera Campins, entonces presidente de la República, descarta la prórroga del protocolo y acoge la aplicación del artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas, que establece el arreglo pacífico de controversias.

Relaciones de Guyana y Venezuela en Revolución

A través del tiempo, este acuerdo se había mantenido en términos amistosos y en los marcos del derecho internacional, independientemente de los gobiernos electos en uno y otro país.

El líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, dio continuidad al respeto de los acuerdos internacionales, mantuvo los lazos de amistad entre Venezuela y Guyana y puso el énfasis en los intereses de los pueblos de ambos países.

En 1999 la República Cooperativa de Guyana ofrece los dos primeros bloques petroleros en la fachada atlántica venezolana: el Pomeroon, concedido a la trasnacional CGX y Stabroek a Exxon. La acción fue rechazada por Venezuela y denunciada en Congresos Mundiales de Petróleo. Como consecuencia, los trabajos previstos en los bloques asignados fueron paralizados.

En mayo de 2000, el presidente Chávez reclama sobre la concesión que entregó Guyana a la empresa estadounidense Beal Aerospace Technologies INC para la instalación en la zona en reclamación de una plataforma para el lanzamiento de cohetes espaciales y la empresa desiste del proyecto.

Cuatro años después, en febrero de 2004, el comandante Chávez viaja a Georgetown, Guyana, con el objetivo de conversar y estrechar la integración entre ambas repúblicas. En su visita, el Presidente manifestó que la razón fundamental de su recorrido era «hacer más fuertes nuestros lazos con Guyana (…) con la voluntad de auspiciar la integración». Manifestó que el Gobierno venezolano no sería un obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo, y cuyo propósito sea beneficiar a los habitantes del área. «Me refiero a proyectos como acceso al agua potable, construcción de carreteras, programas energéticos y de agricultura».

Para proyectos de mayor envergadura apuntó: «Para cualquier otro proyecto sensitivo que pueda ser organizado en el área planeamos contactar inmediatamente a Guyana y revisar los proyectos conjuntamente, dentro del marco de la Alta Comisión Bilateral».

En 2007 Venezuela incautó equipos de la Exxon Mobil en territorio esequibo y en 2008 rompió todo tipo de relación con la transnacional petrolera estadounidense.

En abril de 2015, Venezuela descubrió nuevamente operaciones petroleras de la empresa Exxon Mobil en territorio marítimo en disputa y emitió una carta dirigida a esta transnacional estadounidense, en la que les pide evitar operaciones de exploración o extracción petrolera en estas aguas que están en discusión.

El pasado 20 de mayo, el gobierno guyanés anunció el hallazgo de un yacimiento de petróleo en el bloque Stabroek, ubicado a unos 190 kilómetros (120 millas) de la costa guyanesa.

Ante el hallazgo petrolero, el Gobierno de Venezuela ha ratificado sus derechos sobre la disputa territorial que tiene con Guyana y el presidente de la República, Nicolás Maduro, ha enfatizado la posición del país de considerar nulo e írrito el laudo arbitral de París de 1899 y pedir al Gobierno de Guyana mantenerse dentro del marco normativo del Acuerdo de Ginebra.

Caracas, 09 de julio de 2015

Excelentísimo Señor Ban Ki-moon

Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Tengo el honor de dirigirme a Usted, conforme a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional Público, y rescatando los valores supremos de la paz y la humanidad, con el objetivo de llamar su atención con respecto al cumplimiento efectivo del Acuerdo de Ginebra de 17 de febrero de 1966, suscrito y ratificado por los Gobiernos de la República de Venezuela, del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y del Gobierno de la Guayana Británica, hoy República Cooperativa de Guyana, para resolver la controversia territorial como consecuencia de la contención venezolana de que el Laudo Arbitral de 1899 es nulo e írrito (artículo I del Acuerdo de Ginebra).

En este Acuerdo, las Partes reconocieron que la controversia territorial pendiente entre Venezuela y Guyana, debe resolverse amistosamente en forma que resulte aceptable para ambas (Preámbulo del Acuerdo).

Como es del conocimiento público, el nuevo gobierno de Guyana ha ignorado, cuando no desconocido, la vigencia del Acuerdo de Ginebra de 1966, mostrando una actitud contumaz y ambivalente e infligido serias y graves ofensas a mi país y a mi pueblo; por lo que, acudo a su alta investidura para que inicie el procedimiento de la designación del Buen Oficiante.

Dado que el nombramiento de un Buen Oficiante es un método adecuado para avanzar en la solución pacífica de esta controversia territorial, conforme a lo previsto en el Artículo IV.2 del Acuerdo de Ginebra, a partir de 1987, las Partes así lo solicitaron, dando lugar a la actuación del Buen Oficiante Oliver Jackman hasta 2009, cuando debido a su fallecimiento, presentaron nueva petición conjunta. Por lo que en 2010, esta Secretaría General designó al Profesor Norman Girvan como su Representante Personal, quien gestionó en la búsqueda de un arreglo hasta su lamentable fallecimiento en 2014. Esta circunstancia dejó un vacío que hasta ahora no se ha podido cubrir, a pesar de la insistencia de Venezuela.

Actualmente, dado que el método de buenos oficios no ha sido agotado, lo procedente es instar al Secretario General de las Naciones Unidas, para que ejerza la competencia que le reconocen las Partes en el Acuerdo de Ginebra y se nombre un nuevo Buen Oficiante, incluyendo las posibilidades de la investigación histórica como medio coadyuvante al mejor desempeño de sus buenos oficios y auxilio a la debida negociación que ha de alcanzar en ese arreglo pacífico y aceptable para ambas partes, objeto y fin del Acuerdo de Ginebra.

Venezuela tiene la certeza que la asistencia del Buen Oficiante debe reunir, como los anteriores, grandes atributos éticos, profunda especialización académica, consubstanciación con la cultura y el momento histórico que vive nuestra región y conocimiento del asunto confiado, lo que contribuirá a que el proceso de negociación entre ambos países, avance hacia una solución pacífica, como lo establece el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas y el Acuerdo de Ginebra de 1966.

Debo reiterar que, cuando la República Cooperativa de Guyana obtuvo su independencia, Venezuela, al reconocer al nuevo Estado el 26 de mayo de 1966, expresó una reserva puntualizando que dicho reconocimiento:

“…no implica por parte de nuestro país renuncia o disminución de los derechos territoriales reclamados, ni de ninguna manera afecta los derechos de soberanía que se desprenden de la reclamación surgida de la contención venezolana de que el llamado Laudo Arbitral de París de 1899 sobre la frontera entre Venezuela y la Guayana Británica, es nulo e írrito… En consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos limita al Este con el nuevo Estado de Guyana a través de la línea del río Esequibo, tomado éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico…”

Como Jefe de Estado me veo obligado, en defensa de los derechos de Venezuela, a llamar su atención acerca del comportamiento de Guyana que ha pretendido disponer de manera unilateral, sin notificación, ni menos convención alguna, sobre vastas extensiones del territorio en controversia, tanto terrestre, como marítimo, en desmedro de la reclamación sostenida por Venezuela históricamente.

Sin embargo, a pesar de estas acciones abiertamente contrarias al Acuerdo de Ginebra de 1966 y al Derecho Internacional, Venezuela sostiene que este Tratado contempla el camino idóneo para resolver la controversia territorial existente sobre un amplia parte de su territorio que le fue despojado fraudulentamente con el Laudo Arbitral de 1899, cuya contención precisamente da origen al Acuerdo de Ginebra en pleno vigor.

Por consiguiente, consecuente con el legado histórico del Libertador Simón Bolívar y apegados a la diplomacia de paz, cooperación, integración y unión de los pueblos, estandartes de Venezuela, le solicito respetuosamente en su condición de Secretario General que, en ejercicio de la facultad que le confiere el artículo IV.2 del Acuerdo de Ginebra, inicie el procedimiento para la designación del Buen Oficiante, a fin de avanzar, conforme a dicho Acuerdo, en las negociaciones bilaterales para el arreglo práctico y jurídico de la controversia en términos aceptables para ambas Partes.

Secretario General, la construcción de un mundo de paz y justicia se basa en la consolidación del sistema mundial de respeto a la soberanía e igualdad entre los estados. Nuestro país es un firme defensor de estos postulados. Estamos seguros que trabajando conjuntamente podremos seguir consolidando un sistema mundial más justo. Le reitero mis saludos de alta estima y consideración.

Nicolás Maduro Moros

15-07-2015 08:48:00 a.m.
Texto completo | El acuerdo de la AN para la defensa del Esequibo
Este hecho fue considerado como histórico por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, quien lo recibió de mano del titular del Parlamento venezolano, Diosdado Cabello
[Maduro recibió el documento de manos de Cabello]
Maduro recibió el documento de manos de Cabello (Créditos: AVN)

ÚN.- El acuerdo en respaldo a las gestiones del Gobierno nacional en defensa soberana del Esequibo en relación al diferendo territorial entre Venezuela y la República Cooperativa de Guyana fue aprobado de manera unánime este martes en la Asamblea Nacional (AN).

En el escrito, presentado para su debate por el diputado Earle Herrera, además de la defensa de Venezuela en su legítimo derecho al reclamo por la vía diplomática de ese territorio, se destaca el papel integracionista y de unidad latinoamericana y caribeña impulsada por Hugo Chávez, y la necesidad de fortalecer este legado bajo los principios de respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos.

Este hecho fue considerado como histórico por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, quien lo recibió de mano del titular del Parlamento venezolano, Diosdado Cabello.

A continuación documento íntegro:

República Bolivariana de Venezuela

Asamblea Nacional

Acuerdo en respaldo al Gobierno bolivariano que preside el compatriota Nicolás Maduro Moros, presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, fundamentado en los principios de paz y solidaridad, en relación a la controversia territorial con la República Cooperativa de Guyana.

CONSIDERANDO

Que la República Bolivariana de Venezuela, como Estado democrático y social, de derecho y de justicia, siguiendo el ejemplo histórico del Padre Libertador Simón Bolívar y de nuestro comandante supremo y eterno Hugo Chávez, sobre la base de los principios y valores de libertad, independencia, paz, solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley, rechaza cualquier tipo de provocación que atente contra la diplomacia bolivariana de paz.

CONSIDERANDO

Que uno de los principios universales recogidos en la Carta de las Naciones Unidas es fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y a la autodeterminación los pueblos.

CONSIDERANDO

Que el pasado 7 de julio de 2015 el nuevo Gobierno de la República Cooperativa de Guyana emitió un comunicado con un tenor altisonante, seguido por una serie de declaraciones que pretenden socavar la dignidad del pueblo venezolano, detrás de la cual se encuentra la empresa petrolera transnacional Exxon Mobil y el lobby petrolero internacional estadounidense, lo que constituye una peligrosa provocación contra la diplomacia de paz sostenida por el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

CONSIDERANDO

Que la controversia territorial entre Venezuela y Guyana data de más de un siglo de existencia, cuando producto de componendas coloniales e imperiales se despojó a nuestra patria de un vasto territorio sujeto, desde entonces, a reclamación.

En este sentido, la República Bolivariana de Venezuela mantiene su posición de considerar nulo e írrito el laudo arbitral de París del 3 de octubre del año 1899, debido a lo que se conoce en derecho internacional como actos contrarios a la buena fe, acaecidos por parte del gobierno británico y de los integrantes del tribunal, exigiendo la explicación de la máxima jurídica de un acto nulo. Todo los efectos derivados son nulos.

CONSIDERANDO

Que en 1835 el gobierno británico asignó a Robert Hermann Schomburgk la tarea de demarcar el límite occidental de la Guyana Británica, la cual Venezuela no aceptó ya que colocó toda la cuenca del Río Cuyuní dentro de la colonia, reclamando Venezuela toda las tierras al oeste del Esequibo como su territorio en base a los límites de la Gran Colombia y de lo de la Capitanía General de Venezuela, derecho de los que se hereda de acuerdo al principio del uti possidetis iuris (del latín, ‘como poseéis de acuerdo al derecho, así poseeréis’).

CONSIDERANDO

Que en 1897 el presidente de Estados Unidos de América, Stephen Grover Cleveland, utilizó la presión diplomática para que las partes aceptaran un arbitraje viciado, el cual se llevó a cabo en París en 1898 sin representación de ningún venezolano, debido a que tanto el imperio británico como el naciente norteamericano consideraban a nuestra Patria semibárbaro, razón por la cual prefirieron negociar directamente sajones originarios de Estados Unidos y no con venezolanos, a quienes consideraban indios guaraneros con olor a trópico y hombres de color semibárbaros, quienes no podían discutir el tema en la misma mesa, logrando así emitir un laudo viciado de nulidad que adjudicó alrededor de 94% del territorio en disputa a los británicos.

CONSIDERANDO

Que ante la plena vigencia del Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966, la República Bolivariana de Venezuela mantiene su posición firme de proseguir con el mecanismo del buen oficiante, bajo la figura del secretario general de las Naciones Unidas, ratificando así el compromiso de solidaridad, hermandad, paz y complementariedad y la política exterior bolivariana de paz para consolidar el legado de la unidad latinoamericana, como bien lo decía el Libertador Simón Bolívar: la unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino.

CONSIDERANDO

Que el pasado 6 de julio de 2015 el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en sesión especial de la Asamblea Nacional, envió un mensaje histórico a todo el pueblo venezolano haciendo un llamado a la lucha por la defensa del país, en el marco de una situación de agresión y de acoso que pretende atentar contra la paz y la seguridad del país y la región latinoamericana y caribeña, reafirmando el compromiso por la unidad de los pueblos y el fortalecimiento del nuevo sistema de relación internacional, del cual Venezuela es protagonista en pro de la resolución pacífica de las controversia, así como el uso del diálogo y del derecho internacional como mecanismo de entendimiento bilateral.

CONSIDERANDO

Que el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, tomó una serie de medidas políticas y diplomáticas con vista de hacer frente la escalada de agresión por parte de los poderes internacionales que están tras el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana, acuerda:

Primero: Respaldar la intervención del presidente de la República Bolivariana de Venezuela en la Asamblea Nacional, en cuanto que es muestra del compromiso revolucionado, con todo el pueblo venezolano, con el respeto a los principios propios de la política exterior bolivariana, consistente en la paz internacional, la democracia, el respeto a la soberanía y a la resolución pacífica de controversia con nuestros países vecinos.

Segundo: Rechazar categóricamente los comunicados y declaraciones del Gobierno de la República Cooperativa de Guyana, debido a que contribuye a una provocación y atentan contra la diplomacia bolivariana de paz.

Tercero: Apoyar las decisiones políticas y diplomáticas, que en el marco de la sesión especial del día 6 de julio de 2015, tomó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, con vista a asegurar la paz y la estabilidad en las relaciones con nuestros países vecinos, en especial con la República Cooperativa de Guyana.

Tales decisiones fueron: llamar a consulta a la embajadora de la República Bolivariana de Venezuela ante la República Cooperativa de Guyana, ordenar al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores la revisión integral de las relaciones con el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana.

El presidente constitucional Nicolás Maduro Moros entregó carta a través de la Cancillería al señor Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, para la pronta e inmediata designación del buen oficiante, en el marco del Acuerdo de Ginebra, para resolver el asunto de la controversia territorial con la República Cooperativa de Guyana.

Solicitar a la troika de la Celac, bajo la presidencia pro témpore del Ecuador, convoque diálogo directo entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana; ordenó además el despliegue internacional para explicar la justicia del reclamo de la República Bolivariana de Venezuela sobre Guayana Esequiba, y, en atención de las recomendaciones del Tribunal Supremo de Justicia, el decreto 17-87 que crea la Zonas de Defensa Integral fue sustituido y mejorado en todas sus partes por el decreto 18-59, publicado en la Gaceta Oficial 40.696, de fecha 6 de julio de 2015.

Se crea Comisión Presidencia pata Asuntos Limítrofes de la República Bolivariana de Venezuela.

Cuarto: Rechazar la política de denominación internacional que protagonizan la transnacional petrolera Exxon Mobil y los aparatos políticos de los Estados Unidos de América, quienes pretenden violentar la soberanía nacional y la dignidad del pueblo venezolano, utilizando como vía el recién conformado Gobierno de la República Cooperativa de Guyana.

Quinto: Unirnos al llamado del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, a la unidad nacional y al debate político y académico en todo el país, en torno a la controversia territorial con la República Cooperativa de Guyana y fomentar, desde esta instancia legislativa, una cultura de paz y de respeto al a dignidad de nuestro pueblo y de toda nuestra América.

Sexto: Ratificar el respaldo expresado por el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, cuando afirmó: «Dentro del Acuerdo de Ginebra todo, fuera del Acuerdo de Ginebra nada».

Séptimo: Dar publicidad al presente acuerdo dado, firmado y sellado en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, en Caracas, a los 14 días del mes de julio de 2015, año 205 de la Independencia, 156 de la Federación y 16 de la Revolución Bolivariana.

 

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